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Una pregunta recurrente a la hora de buscar trabajo como biólogo es si uno debe especializarse mucho o debe ser más bien generalista. Y más en medio de esta crisis económica global, donde el trabajo escasea. Hoy te hablaré sobre cuál de estas estrategias es la más adecuada para el mundo laboral de hoy en día (si es que alguna lo es). Anímate y descúbrelo conmigo 😉

Ventajas e inconvenientes del especialista

El itinerario académico siempre nos guía hacia la especialización: desde la formación básica durante los primeros años de educación, siempre vamos haciendo elecciones que nos van focalizando hacia una determinada rama del saber: ciencias, letras, biosanitaria… Y al entrar en la universidad volvemos a especializarnos: asignaturas optativas que van marcando hacia donde nos dirigimos, proyectos de fin de carrera, másters, doctorados, post-docs…

Al final de este camino, independientemente de donde te bajes o donde hagas el trasbordo, siempre terminamos enfocados en un área mucho menor que aquella donde comenzamos el viaje. Y esto es intrínsecamente bueno. Nadie puede saber todo de todo. La especialización es necesaria, y más en un mundo como el de hoy en día, donde la tecnología y el conocimiento avanzan a pasos agigantados en cualquier rama del saber.

Por un lado, cuanto más concreto es tu campo de estudio, menos gente hay especializada en él. Si te especializas en la disposición del 2º artejo de la antena derecha de una especie de copépodo seguro que serás una de las eminencias de tu campo. Para cada estudio o trabajo en ese campo se te citará y se recurrirá a ti. Pero la realidad es: ¿cuántos congreso, estudios o trabajos de ese campo se hacen al año? Una excesiva especialización te puede llevar a un foco tan pequeño que no haya salidas reales.

Incluso si no estas taaaan especializado como en el punto anterior, siempre es una buena credencial. Hoy en día cada, cada vez más, hay puestos muy muy especializados para los que no hay tanta competencia como en otros más generalistas y al alcance del todo el mundo. Sin embargo, esos puestos especializados son escasos en comparación con el número de personas potenciales que podrían aspirar a ellos

Además, la especialización puede llevar al problema de la sobrecualificación. Cuando postulas por una vacante de un trabajo que requiere una cualificación menor que la tuya puedes encontrarte (y así ocurre con frecuencia) que tu candidatura ni se tenga en cuenta.

Esto se debe a que muchas empresas y organismos prefieren formar a sus trabajadores desde los primeros estadíos para amoldarlos a su forma de trabajar, por lo que no quieren gente con tanta experiencia. Otras veces, simplemente piensan que con tu sobrecualificación pronto encontrarás otro trabajo más acorde y dejarás ese puesto, así que prefieren no tener que buscar candidatos dos veces. Y en muchas ocasiones, simplemente buscan gente sin experiencia porque les resulta más fácilmente aprovecharse de ellas, ya que mucha gente está dispuesta a cualquier cosa por obtener algo de experiencia para el currículo.

Como ves, la especialización tiene un gran valor hoy en día, pero la realidad es que cada vez hay más y más gente especializada en las distintas áreas del saber, tanto graduados como doctores. Esto hace que la competencia por esos puestos sea feroz. Seguro que conoces a más de un doctor que está trabajando en algo que nada tiene que ver con su formación y su especialidad. O que no está trabajando en absoluto. Una elevada especialización, hoy en día, no te asegura un puesto de trabajo.

A veces la excesiva especialización puede excluirte de algunos puestos para los que se necesita menor cualificación. No siempre más es mejor

Ventajas e inconvenientes de un perfil generalista

Es la otra gran estrategia aplicable al mundo laboral. Una persona que valga para todo. Que sepa un poco de cada ámbito, aunque su conocimiento no sea tan sólido. Sin embargo, para convertirte en ese tipo de persona tienes que aplicar mucho trabajo por tu parte. Tendrás que hacer muchos cursos para complementar tu formación, que como ya he comentado antes, tiende naturalmente a la especialización.

También tendrás que trabajar mucho por tu parte: leer libros de las diferentes temáticas, tratar de hacer voluntariados en distintos ámbitos… No es un camino fácil y hay que tener una inclinación natural para ello, una curiosidad innata. Si eres una de esas personas afortunadas que no pierden la curiosidad infantil entonces puedes andando sin darte cuenta hacia esta estrategia generalista.

Lo bueno de los generalistas es que hay múltiples puestos de trabajo a los que podrían aspirar. Al tener conocimientos y experiencia en una amplia variedad de sectores su perfil podría llegar a amoldarse a una mayor variedad de perfiles que los individuos más especialistas. Sin embargo, también tendrán que competir con mucha más gente, incluido algunos especialistas en ese campo, que se adecuarían mucho mejor a lo que el contratante estaría buscando.

Pero una persona generalista puede aportar otras cosas a la empresa u organismo que lo esté contratando, más allá de los conocimientos que se le presuponen para el puesto. Esto puede convertirlos en un activo valioso, ya que podrían ocuparse de otros aspectos distintos y reforzar otro equipo, o incluso asumir su papel. En este caso sería el clásico: dos por el precio de uno (porque lo normal es que no paguen extra por ocuparse de otras cosas).

Y entonces… ¿qué hago?

Al igual que ocurre en la naturaleza, no existe la estrategia definitiva que te asegure el éxito. O todo el mundo la emplearía. Tendrás que asumir ciertos riesgos y ver en qué te quieres convertir.Para ello, es importante que explores el área de trabajo al que te quieres dedicar. Mira cuáles son los perfiles más demandados, las habilidades y conocimientos que se requieren, el tipo de puestos que se ofertan. Y fórmate para ellos.

Por ejemplo, para el ámbito científico vas a tener que especializarte… y mucho. Las ofertas que aparecen suelen ser para gente con perfiles muy concretos, muy especializados. Pero si te vas a dedicar al área de consultoría medioambiental, está bien saber un poco de todo, porque a veces hará falta alguien que controle de mamíferos, pero otras veces será sobre aves, o sobre suelos, o sobre vegetación.

Desde mi punto de vista, y por mi experiencia personal, creo que la especialización es importante. Al menos un cierto grado de especialización en un área determinada. Sin embargo, hay que ser un profesional versátil. Una de las cosas que nos enseña nuestra carrera (o que debería habernos enseñado) es a ser capaces de encontrar la información que necesitamos. Incluso si no tenemos repajolera idea de un tema. Precisamente por eso hablaba hace poco de lo útil que es escribir artículos científicos y aprender a hacer búsquedas bibliográficas.

Hay que ser adaptativo. Si tienes un perfil especialista, en que has aprendido una serie de técnicas o metodologías específicas, has de saber aplicar y adaptarlas a campos similares o aprender a trabajar con otros grupos animales o vegetales distintos a los que estás acostumbrados. Por ejemplo, si alguien está acostumbrado a hacer estudios de ecología evolutiva con aves, dado el caso es capaz de reciclarse y trabajar con otros grupos animales, como peces (y si no que se lo digan al bioblogo).

O como ocurrió conmigo, toda la vida profesional dedicado a las aves y cuando entré a formar parte de la consultoría medioambiental me encargaron censos de mamíferos. El campo puede parecer totalmente distinto, pero siempre existen lugares comunes.

Además, en mi caso, mi experiencia con aves me ayudó a hacer otros trabajos dentro de la consultoría, como el radioseguimiento de mirlo acuático, o me permitió trabajar un par de meses en Suecia, aunque en ambos casos no se tratasen de puestos exactamente iguales a aquellos en los que yo estaba especializado.

Además, en un mundo donde la tecnología está presente en cualquier ámbito de nuestra vida diaria y laboral, tener unos conocimientos mínimos de informática y tecnología en general es indispensable. Incluso aunque no los requieran para el puesto pueden convertirse en un valor diferencial y hacer de ti un activo importante para la empresa.

Si eres capaz de encargarte del manejo de aparatos tecnológicos, o de implementar algún software que aumente la eficacia de la empresa o mejore la colaboración y la comunicación entre los trabajadores, o si simplemente tienes la capacidad de habituarte y aprender fácilmente el manejo de casi cualquier programa eso te va a dar una ventaja competitiva, sin duda.

Así que mi consejo es que te especialices hasta donde quieras, pero que seas flexible, que cuides otras áreas que pueden ser muy importantes, como la tecnología o los idiomas, y que sepas encontrar, filtrar y presentar la información, porque esto te va a ayudar a formarte por tu cuenta cuando lo necesites. Pero no te vuelvas loco haciendo cursos sin ton ni son. Un currículo que no es más que un compendio de cursos y experiencias inconexas entre sí tendrá muy muy pocas probabilidades de éxito.

En vez de especializarte en censo de micromamíferos de los bosques caducifolios de tu pueblo, hazlo en el censo de meso y micromamíferos. Si más adelante tienes que adecuar la técnica a las características propias de los animales o de la zona que estés estudiando, ya lo harás. Para eso te habrás entrenado en buscar y procesar información 😉

Lo más importante es crearte un currículo sólido, cohesionado, incluso aunque hayas trabajado en distintos campos o tengas una formación más o menos variada. Huye de los extremos: no seas ni aprendiz de todo y maestro de nada ni un profesional hiperespecializado (a no ser que tengas claro que hay un nicho laboral estupendo ahí). Y si ves que te has equivocado… siempre te puedes reciclar 😉 Hay múltiples salidas laborales para los biólogos ahí fuera 😉

Y hasta aquí mi opinión sobre el tema. Pero me encantaría saber la tuya. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia en cuanto a la especialización? ¿Eres especialista o generalista? ¿Te han servido algunas habilidades o conocimientos que no tenían que ver con tu puesto de trabajo a la hora de desempeñarlo? ¿Te dio alguna ventaja durante la selección de personal o de cara a mantener el empleo y generar valor a ojos de tu jefe? Cuéntamelo en los comentarios, seguro que puede ser un debate interesante 😉

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Sobre mí

Biólogo, lector y curioso, siempre. Viajero, escritor y fotógrafo aficionado en los ratos libres. Y mientras tanto, ayudo a jóvenes biólogos en mi blog "El Bichólogo

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