El fototrampeo es una técnica muy empleada en la monitorización de poblaciones de vertebrados, especialmente indicada para el caso de mamíferos, por lo que es bueno que cualquier biólogo se familiarice con ella. A muy grandes rasgos consiste en la instalación de cámaras fotográficas que se activan cuando pasa algún tipo de fauna por delante.
Según el modelo, se pueden disparar al pisar una plataforma oculta en el suelo o, lo que es más cómodo, mediante sensores de movimiento. Muchas de ellas cuentan con flashes de infrarrojos, lo que facilita la toma de fotografías nocturnas. Esto es muy importante, ya que buena parte de los mamíferos tienen activad crepuscular y/o nocturna, por ejemplo.
La cantidad de modelos en el mercado es abrumadora. Desde cámaras provenientes del continente asiático que no llegan a 100€ a modelos en los que cada unidad supera ampliamente los 600€. La resolución, la velocidad de disparo, la distancia de enfoque, el tiempo de latencia entre imágenes, la incorporación de flashes infrarrojos o la duración de la batería son algunos de los elementos clave que explican esta gran diferencia de precio.
Con el abaratamiento de los costes de la tecnología se pueden incorporar algunas mejoras, como la posibilidad de enviar las imágenes a una dirección de correo justo después de haberlas tomado, gracias al empleo de tarjetas SIM y de tarifas de datos. Sin embargo, lo más común es tener que pasar cada cierto tiempo a descargar las imágenes que ha ido acumulando la cámara y a cambiar la batería.
El trabajo previo
El primera paso para realizar un proyecto de fototrampeo consiste, por supuesto, en trabajo de gabinete. En general, salvo que la naturaleza del estudio exija lo contrario, hay que distribuir sobre plano las cámaras uniformemente sobre de la superficie de estudio. Y si es se trata de una zona amplia implicará hacer largos desplazamientos por zonas de difícil acceso. Pero aunque sea difícil, recuerda que tiene que haber un acceso 😉
Para distribuir las cámaras también hay que tener en cuenta el tipo de hábitats que se quieren estudiar y, obviamente, que exista algún tipo de soporte para fijar la fototrampa. Normalmente se suelen emplear árboles, pero en realidad cualquier estructura fija vertical nos podría venir bien. Así que no tiene sentido planear la colocación una fototrampa en medio de un pastizal o un pedregal pelado de vegetación.
La instalación
Para instalar fototrampas, sobre todo si son muchas, es importante levantarse bien temprano una vez más. Llegado al sitio en cuestión es fundamental elegir bien la zona. Para monitorizar mamíferos es conveniente situarlas a baja altura, enfocando a zonas de paso de fauna o caminos, que son muy utilizados por muchas mamíferos (aparte de nosotros) y además suelen estar despejados de vegetación.
Dicha altura variará en función de las especies que estemos interesados en fotografiar. Si la colocamos demasiado bajo sólo veremos la patas. Demasiado alto y es posible que el animal pase sin que le veamos. Siempre trataremos de pillar al individuo en cuestión transversalmente, de modo que sea fácilmente identificable. Para ello colocaremos la cámara perpendicularmente al camino o paso de fauna. Si la situamos de forma oblicua podemos obtener imágenes extrañas, en ángulos raros, lo que hará que perdamos detalles e incluso dificultará la identificación en especies de aspecto similar. Además, si con el trabajo se pretende reconocer individualmente al animal, cuanto más veamos del bicho, mejor 😉
¡Muy importante! Crucial, diría yo. Limpiar la zona de hojas y pequeñas ramitas que puedan entrar en el ángulo de visión de la cámara. Hierbas, hojas o ramas pueden convertir en un infierno revisar las imágenes cuando las has descargado. Recuerda que el disparador se activa por movimiento. Créeme, no quieres revisar 10000 imágenes de una hoja mecida suavemente por el viento durante quince días 😛 Me ha pasado.
Para fijar las cámaras existen diversas variantes. Normalmente estos dispositivos, aunque impermeables y resistentes a la climatología más adversa, suelen instalarse dentro de una carcasa metálica de protección. Esto facilita su colocación, ya que la carcasa puede ser fijada bien con un cable metálico de seguridad cerrado con llave o bien atornillando la parte trasera de la misma al soporte vertical elegido. Además esta carcasa nos ofrece un extra de protección contra los elementos y, especialmente, contras los elementos vandálicos 😛 Normalmente la armadura metálica se cierra con un candado, de modo que no se puede robar fácilmente. Porque sí, es probable que lo intenten.
En uno de los proyectos en los que yo he estado trabajando tuvimos un serio problema con el robo de cámaras. Era una zona con mucha población diseminada. Pueblos pequeños pero por todos sitios y buena parte del monte estaba recorrido por caminos. Así que era casi imposible colocarlo en alguna zona donde no pasara gente. De este modo, como ni con candados ni atornillando lográbamos nada, decidimos colocarlas más altas, aunque así perdiésemos ángulo de visión. Y parece que funcionó. O eso, o es que ya todo el mundo tenía su fototrampa y no necesitaban robar más 😛
Además, es bueno rotularlas con el nombre de la empresa o institución que esté llevando a cabo el estudio, así como con un número de teléfono, donde la gente se pueda informar de qué leches hace una cámara ahí y cuál es su función.
Una vez colocada la cámara, lo normal es tomar las coordenadas mediante GPS y alguna foto de la localización para los informes o trabajos. Porque además hay que volver a por ella más adelante, así que cuanto más información mejor. Si el entorno lo permite, se puede tratar de camuflar la cámara con musgo, ramas u hojarasca.
Para incrementar la eficacia de esta metodología, y especialmente en el caso de estudios de presencia/ausencia, podemos emplear atrayentes para la(s) especie(s) objetivo. Estos pueden ir desde meros cebos (carne, maíz, o cualquier alimento oloroso), hasta todo tipo de atrayentes químicos como la orina, hormonas o pelos.
El ciclo se repite
Entonces toca ir a la siguiente cámara. Y así una y otra y otra, a lo largo de todo el día y del siguiente… y el siguiente… hasta completar la instalación de todas ellas. Es importante no situarlas demasiado cerca una de otras ni en el mismo trayecto a ser posible. Si se puede identificar a cada animal de forma individual no es tanto problema, ya que puedes saber si es el mismo bichejo que viste en la otra fototrampa. Pero si no, puede llevar a una sobrestimación de la población, ya que un animal puede aparecer en varias cámaras y ser contabilizado como animales distintos.
Cuándo volver a visitar cada cámara dependerá de la duración del proyecto, de la capacidad de las baterías y del número de fotografías que pueda almacenar el dispositivo. Hay que planificar esto muy bien. No querrás tener como “activa” una cámara sin batería o sin espacio suficiente, ya que estarías perdiendo datos y los que obtengas no serían comparables con lo del resto de fototrampas que sí han estado realmente funcionando todo ese tiempo.
Según la planificación, una vez cumplido el plazo, se procederá o bien a desmontar las cámaras para trasladarlas a otro nuevo emplazamiento (o al almacén) o bien se descargarán las imágenes, se cambiarán o recargarán las baterías y se iniciará un nuevo ciclo. Para descargar las fotos puedes usar un ordenador portátil, un dispositivo de almacenamiento de imágenes con ranura para tarjetas SD, o simplemente cambiar la tarjeta por otra vacía y llevarte la usada.
Sea como sea, no pierdas las imágenes. Hay que ser muy organizado en este tipo de trabajos, ya que con tantas cosas a tener en cuenta es sorprendentemente fácil que una tarjeta se pierda, unas imágenes se almacenen con otro nombre, en otro carpeta o simplemente se te olvide descargarlas. Siempre comprueba esas cosas importantes al menos dos veces 😉
Curioseando los resultados
Una vez revisitadas todas las cámaras viene la que probablemente es la parte más apasionante/aburrida de todo el proceso: la revisión de imágenes. Es la más apasionante porque conlleva la emoción del descubrimiento, la incertidumbre de lo que el azaroso destino nos ha preparado, la excitación de lo desconocido. La más aburrida porque en muchas ocasiones aparecerán paisanos, cabras, ovejas, coches, perros, tractores… Aunque ciertamente se dan situaciones realmente curiosas. Desde gente que, sin darse cuenta, se ha puesto a mear delante mismo de la cámara, pasando por individuos que aparecen cada noche vestidos de traje y pasean siempre por el mismo sitio, hasta una chica que lleva a su novio maniatado y con los ojos vendados a algún secreto lugar en la espesura. Y no, no exagero. Casos reales 😛
Con todos estos datos recogidos, tabulados y ordenador (las anécdotas curiosas se pueden omitir del informe oficial :P) ya se procederá con el análisis. Desde meras confirmaciones de presencia/ausencia, a la creación de Índices Puntuales de Abundancia, pasando por identificación individual de cada animal, descubrimiento de zonas de paso o potenciales corredores ecológicos, se abre ante nosotros una amplia variedad de formas de tratar los datos. Pero eso ya es otra historia que como decía Michael Ende, debe ser contada en otra ocasión 😉
Más información
La red está llena de recursos sobre el fototrampeo. Muchos son de pago, pero también hay algunos manuales gratuitos que pueden servir de acercamiento a esta metodología. Cómo siempre, Google y la experiencia son los mejores maestros 😉
¿Qué te ha parecido el tema de fototrampeo? ¿Lo has hecho alguna vez? ¿Te parece interesante? Cuéntame tu historia. Te espero en los comentarios y en las redes sociales. No te cortes 😉
¿Estás cansado de buscar trabajo como hasta ahora sin resultado?
Suscríbete y consigue gratis el PDF "5 Razones por las que Un Blog Aumentará tu Empleabilidad como biólogo" para acercarte al trabajo de tus sueños.
Hola como estas?, soy estudiante de ing en recursos naturales y actualmente estoy realizando una practica relacionada al foto-trampeo. Resulta que donde fueron tomadas las fotos las temperaturas alcanzaban incluso 50° C, por lo que en algunos casos el metadata de la foto capturada esta erróneo, arrojando la fecha de fabricación de cámara.
Mi pregunta es que se puede hacer frente a esto?
Se que se puede editar el metadata de la foto con la funcion «timeshitf» pero no podria saber especifimente el momento en que fue tomada dicha foto. Muchas gracias de antemano.
¡Buenas Felipe!
Pues la verdad no sé si tiene solución. Eso es un problema más de software y hardware, más que de metodología.
Pero partiendo del hecho de que no soy experto en el manejo de metadatos, yo diría que sí, los puedes modificar, pero no podrás recuperar la información de la hora de la fotografía o el día.
Todo dependerá de la información que almacene la foto. Lo mismo la hora del disparo sí que está almacenada, aunque no se muestre. O puedas ver cómo se correlacionan los datos que tienes con los de ahora mismo (aunque si lo único que aparece es la fecha y hora de fabricación, entonces no creo que sea posible).
Siento no poder ayudarte más, pero es un tema técnico que ya se me escapa.
También puedes escribir al servicio técnico del fabricante. Si hay forma de recuperar esa información, seguramente ellos lo sepan.
Un cordial saludo y feliz día 🙂
Muy interesante y didáctico!
Muchas gracias, Juan Isaac. Me alegro de que te haya gustado.
¡Un saludo!
Excelente reportaje !!!
Saludos
http://www.camarascaza.com
¡Muchas gracias!
Hola. Alguien alguna vez trabajó con cámaras trampas alimentadas por baterías de 6v conectadas a pantallas solares? u otro sistema alternativo al uso de baterías AA alcalinas o recargables? Muchas gracias por su ayuda de ante mano.
¡Hola Leonora!
Me temo que yo sólo tengo experiencias con baterías AA que íbamos cambiando periódicamente (cada 15 días, para asegurarnos que la cámara no se quedaba sin energía).
Pero quizás algún lector pueda ayudarte con tu duda.
¡Un saludo!
Muy interesante tu artículo! Me encanta lo que escribes 🙂
Tienes toda la razón, la de fotos que he tenido que eliminar por el simple movimiento de hojas… o que capturan el paso de un insecto volador jajajajaja también he encontrado personajes extraños moreadores de la noche, no se si me servirá más para un estudio de los comportamientos nocturnos de la población humana que de la salvaje.. Lo de los cebos para que se acerquen los animales me comentaron que funcionaba muy bien el pan con nutela.., sobretodo con erizos (tienen buen gusto!).
Estoy pensando de realizar un proyecto de fototrampeo durante un año, aunque no se como decidir cuántas cámaras y cada cuando las tengo que cambiar de sitio, como lo decidiste tu?
Muchas gracias!
¡Hola Anna!
¡Muchas gracias! Me alegro de que te guste el blog 😉
La verdad es que el mundillo del fototrampeo es fascinante, pero también puede llegar a ser desesperante jeje Sobre todo con esas fotos «fantasma» que tienes que revisar a pesar de saber que casi con total seguridad no va a salir nada. Y el tema de los visitantes nocturnos humanos… ¡Es increíble lo que se llega a ver en una cámara de fototrampeo! 😛
Respecto al tema de diseñar un proyecto… Yo no organicé este, ya estaba diseñado cuando entré a trabajar. Pero lo más importante es ver:
* Área de estudio (cuanto mayor sea, más cámaras tendrás que usar para cubrirlo).
* Densidad de animales en la zona: cuantos más bichos haya, menos tiempo necesitas para tener la posibilidad de obtener fotos de todos ellos. Si hay muy poca densidad, necesitarás dejarlo más tiempo.
* Duración de las baterías y de la tarjeta de memoria. Cuanto más dure la batería, más tiempo puedes dejarlo en un sitio sin tener que visitar. Pero tampoco demasiado tiempo, ya que si se llena la tarjeta de memoria, estás perdiendo fotos. Si te organizas bien, quizás puedas optimizar los tiempos para aprovechar los cambios de localización de las cámaras para cambiar las baterías y descargar las tarjetas, ahorrándote visitas y tiempo.
* El número de cámaras disponibles: cuanto más cámaras tengas, más superficie puedes abarcar y menos tendrás que mover las cámaras. Si tienes pocas, te interesará moverlas más a menudo para cubrir una mayor área.
¡Un saludo y suerte con ese proyecto!
Hola! Muy interesante, como siempre, tu artículo.
Alguien preguntaba por ahí qué programas se pueden utilizar para clasificar y tratar las imágenes de fototrampeo. El más utilizado y que yo uso es Camera Base. Es una base de datos (Acces) modificada para este fin y que se puede descargar gratuitamente (una búsqueda algo concienzuda en Google te dará la página de la universidad desde dónde se puede descargar (creo que era San Andrew pero no estoy seguro)). Con esta base de datos se pueden organizar muchas fotos y obtener fácilmente índices de abundancia y mapas de distribución y abundancia. También te permite preparar los datos para un tratamiento con software más específico que te permita hacer captura-recaptura.
Un saludo!
¡Hola Javier!
Me apunto el Camera Base, que aunque ahora no estoy trabajando con fototrampeo, nunca está de más 😉
Esto es lo genial de los blogs y redes sociales en particular y de internet en general: el poder de la comunidad 😉
Entre todos hacéis que «El Bichólogo» sea un lugar mucho más útil y completo 😉
¡Muchas gracias por la sugerencia!
Hola, oye a mi me interesa utilizar este programa pero no logro entender por completo el como funciona, ¿será que tengas algunos tutoriales o un manual, o que tu mismo me puedas enseñar, o algun sitio en donde lo enseñen? Porque ya he buscado en internet y mi único amigo es el instructivo adjunto que no es muy ilustrativo o práctico que digamos. Te agradecería cualquier información.
¡Hola Edith!
Yo no tengo ni idea, porque no he usado nunca el programa. Pero quizás Javier, si lee el comentario, pueda ayudarte.
¡Un saludo!
Una consulta, ¿Que software puedieran recomendar, para hace un analisis de la toma de las imagenes? es decir algun programa que graficara las forma en que al fototrampa todo las imagenes, o estuvo trabajando, cuantas fotos tomo en un dia, en que horas las tomo, que hora del dia tomo las imagenes etc..
¡Hola César!
Pues no sabría decirte. Mi experiencia con el fototrampeo es más de campo que de análisis de los resultados, así que no sé si habrá un software específico. De haberlo, seguramente sea software de la marca en cuestión. Revisa en la página si hay algún programa específico con las características que necesitas.
Si no, tendrás que hacerlo de forma manual, mirando los metadatos con algún programa como Lightroom o similares, o directamente desde las propiedades del mismo, según el sistema operativo que uses.
¡Un saludo y suerte!
Gracias Biologo¡ pasa buen dia¡
Buenas tardes, yo tengo un pequeño blog en el que cuelgo los videos que consigo grabar con mi cámara de fototrampeo, estamos buscando grabar una gineta pero tras varios intentos seguimos sin conseguirlo, me podrías dar algún consejo?
¡Hola Pablo!
No soy ningún experto tampoco en fototrampeo, ni nunca he hecho ningún fototrampeo dirigido a una especie en concreto. Sin embargo, la técnica no debe ser muy diferente 😛 Lo que yo haría sería buscar una zona donde sé que hay ginetas (buscando letrinas o huellas, por ejemplo) y prepararía un poco el escenario. Por un lado cebaría la zona con sardinas de esas enlatadas, que son muy olorosas y suelen funcionar muy bien con mamíferos. No sé si habrá algún atrayente específico para gineta,pero si lo hubiese sería mucho mejor, más selectivo. Después buscaría un buen punto para colocar la cámara. Colocaría algún tronco inclinado para que el animal trepe por allí y salga bien en la foto y lo cebaría también con sardinas. Y después… a esperar. En el fototrampeo el componente suerte es muy importante. Y la paciencia jeje Muchas suerte, y si consigues la foto de la gineta, déjanos un link por aquí para verla! 😉
Muchas gracias! Lo he intentado ya varias veces y he conseguido grabar una garduña, me falta la genera, que todavía se me resiste. De acuerdo, eso está hecho!????
Muy interesante, como todo lo que cuentas en el blog.
Yo las he utilizado durante 3 años y un consejo especialmente importante sobre todo en zonas donde la densidad de fauna es muy baja, aunque se aplica en general, es activar el modo de disparo a intervalos siempre, aunque queramos solo las fotos que activan los bichos. De esta manera estamos seguros de que la camara no ha fallado por lo que sea ( cuando despues de un mes vuelves a la camara y te encuentras la tarjeta vacia, siempre queda la duda…)
Tambien, en caso de agotamiento de las pilas, sabes el momento exacto en que la camara deja de estar operativa. Es como un testigo del funcionamiento de la camara. Luego en casa desde el ordenador las borras despues de confirmar que si por ejemplo la has programado para disparar todos los dias a las 00:30 y 12:30 y ha estado activa 10 dias tienes esas 20 fotos y si no, cual es la ultima realizada o cuales no ha Hecho, y ya puedes dedicarte a perder agudeza visual revisando las 1000 fotos que ha disparado una hojita no sea que en alguna salga un liron o una comadreja xD.
Saludos
Muchas gracias por el comentario, Lemmus! Como siempre, muy interesante tu comentario. Muy buen consejo el de las fotos a intervalos. La verdad es que nunca se me había ocurrido. Aunque en nuestro caso las pilas siempre nos duraban más del mes, así uqe no teníamos que preocuparnos. Pero sí que es verdad que alguna vez me ha pasado de encontrar alguna sin fotos y siempre te queda la duda.
Muchas gracias por aportar esas perlas de sabiduría que siempre enriquecen los posts. Un saludo!
Bueno a mi tampoco se me ocurrio, me lo comento un colega que las emplea en carcasas en el artico para estudiar predadores, aunque el solo las tenia programadas para disparar cada x tiempo y si no hay problemas de memoria es mejor hacerlo. Despues, en mi caso, al saber las horas en que estaban hechas, las seleccionaba a partir de los metadatos con R y las eliminaba. Antes tenia que asumir que la camara habia fallado si no habia fotos pero de esta manera lo confirmaba, ademas una camara dejo de disparar unos dias con lo que tambien detecte ese espacio sin datos que de otro modo habria acabando sesgando la detectabilidad de mis ‘mascotas’, pero vamos, cada experimento es un mundo, en mi caso tenia 20 camaras situadas aleatoriamente en una subjuestra de un total de unas 200 parcelas y las movia tres veces cada 5 dias, dejandolas la cuarta vez durante dos meses puestas fijas hasta septiembre ( por no cargar con ellas, 20 camaras con sus respectivos tripodes etc es un peso muerto considerable) y en ese periodo si que se me acababan pilas.
Saludos
Trabajar en el ártico… Qué pasada lo de tu amigo jeje Oye, y con qué bichos trabajabas? Cuáles eran tu mascotas? Un saludo!
De aquella mis study pets eran los lemmings, los tundra voles, grey-sided voles y cosas así, un poco fuera de lo comun dentro del fototrampeo
Pfff, sí que debía ser complicado trabajar con esos bichillos. Y más en ambientes de tundra. Pero tuvo que ser una experiencia espectacular estar currando por aquellos lares 😉
Buen artículo Nacho!! Yo empece en el fototrampeo con cámaras de carrete… y tire algunos a la basura por la dichosa ramita que cruzaba el haz infrarrojo o en días de lluvia o nieve… y también por una excursión de boyscouts… jejeje. Ahora los sistemas han avanzado mucho con cosas como el que se puedan grabar videos o enviar los resultados directamente a tu ordenador..
Un saludo
En analógico debía ser una tortura… ¡Y caro! Al menos hoy en día «sólo» inviertes tiempo en revisar esas imágenes. Muchas gracias por tu comentario, Alfonso. ¡Y por tu historia!
Hola! Muy interesante el artículo.
Yo tuve que utilizar foto-trampeo para identificar qué tipo de presas llevaban los zorros árticos a las madrigueras. Ésto fue en Yamal, Rusia, en año pasado. La verdad que el proceso fue muy interesante, pero totalmente inservible. Después de revisar no-se-cuantos miles de fotos que se habían tomado en 8 madrigueras activas durante dos meses, lo único que pudimos sacar en claro fue el número de crías.
En cuanto a los tipos de presa, la identificación fue imposible. Era muy difícil distinguir presas pequeñas como roedores y pájaros, aunque liebres y gansos se veían fácilmente.
Y como has dicho, también nosotros tuvimos algún que otro problemilla con los locales, que se dedicaban a sacarse selfies cada vez que encontraban una de nuestras cámaras.
🙂
La verdad es que es un técnica que puede dar muchos datos interesantes si se implementa bien, pero que no vale para todo tipo de estudios. Por cierto… Qué envidia… ¡Rusia!
Muchas gracias por compartir tu experiencia, Maite. Un saludo!