Este voluntariado fue una experiencia vital, que me transformó profundamente y me convirtió en un adicto a los viajes. Es la historia de un viaje en solitario a una tierra maravillosa para trabajar en un entorno privilegiado. Ésta es mi historia.
Comenzando por el principio.
Todo empezó en 2003 con una charla en la Universidad de Extremadura sobre la creación de la lista de especies protegidas en Perú. Fue una charla interesante y, como todas estas cosas de bichólogos, desembocó en unas cañitas post-charla.
Yo tenía por aquel entonces unos amigos en Lima que me habían hecho desear conocer aquellas tierras como fuera. Y comentándolo con el ponente, entre cerveza y cerveza, me dijo que en Perú existía un programa de voluntariado en todas áreas naturales protegidas. Que si yo quería me avisaría cuando oyese de alguna plaza libre. Yo me pagaría el viaje ida y vuelta a Lima, pero el desplazamiento al área natural, la comida y el alojamiento corría por cuenta de espacio protegido en cuestión. Así que intercambiamos emails, seguimos charlando y después me olvidé del tema. Pero él no.
A los pocos meses recibí un correo. Había una plaza en la Reserva Nacional de Lachay como guardaparque voluntario, con una estancia mínima de un mes. Si la quería, era mía. Alucinado, le contesté que sí y me puse manos a la obra. No fue fácil. Tuve que preparar muchas cosas y, sobre todo, convencer a mis padres que con 23 años, y no habiendo salido apenas de España mas que para comer en Elvas (Portugal), era lo suficientemente responsable como para irme 2 meses a otro hemisferio. Pero nunca me he rendido fácilmente jeje
Acordé con mis amigos de Lima que me acogerían unos días allí antes de ir a Lachay, donde tenía planeado quedarme 40 días, y un par de semanas después, durante las cuales quería conocer algo del país. Así que con mis escasos ahorros, muchos ganas y un cague considerable, tomé el avión a Lima.
¡El viaje comienza!
Lima es una ciudad de contrastes. De muchos contrastes. Pasé una semana y pico sobreviviendo al jet-lag, acostumbrándome al clima, al tráfico caótico y a negociar los taxis. Y cuando me sentí preparado, me fui a Lachay.
Me recogieron en el bus y me llevaron a través del árido desierto costero peruano. Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando tomamos una camino de tierra y, frente a mí, comienza a aparecer un vergel que no me esperaba: la Reserva Nacional de Lachay.
Una vez superada mi sorpresa me instalé allí. Me enseñaron toda la reserva. Lachay es muy pequeño y, al menos en aquella época, sólo tenía tres rutas principales. Pero presentaba dos áreas bien diferenciadas: una tremendamente húmeda y verde gracias a la influencia de las nieblas, y otra árida y rocosa, llena de cactus, al otro lado de la ladera, a donde no llegaban la neblina oceánica.
Siempre me despertaba de madrugada, con el canto de un sinfín de pájaros. Un buen desayuno para coger fuerzas y a cumplir con las rutinas diarias: limpieza de los edificios, mantenimiento de caminos y estructuras, sacar las vacas que a los pastores se les “escapaban” dentro del parque y dar indicaciones a los turistas. Pero además colaboraba en un trabajo de caracterización de hábitat del canastero de los cactus, un endemismo peruano, en la zona seca llamada Guayabito.
Durante cuarenta días me dediqué a estas labores, además de aprender de la pequeña biblioteca que tenían en la casa de los guardaparques, conocer buena parte de la fauna que pululaba por el parque y disfrutar de la comida y la gente. Y vaya que la disfruté. Una gastritis por culpa del excesivo ají que le echaba a todo fue buena prueba de ello 😛
Pude disfrutar de la riqueza faunística del parque, así como de curiosa geología, las caprichosas formas de las paredes rocosas y el interesante puquial que aún existía en el parque (una concavidad donde se deposita el agua proveniente de la neblina captada por la vegetación y que sirve de bebedero natural a los animales).
Además pude recorrer un gran enterramiento precolombino, tristemente saqueado por los huaqueros o expoliadores de tumbas, que habían dejado el suelo cubierto de restos de cerámica decorada. Y también visité algunos de los numerosos dibujos y grabados rupestres que esparcidos por el parque. Asimismo elaboré diversos informes, tanto de las actividades semanales como de los resultados del estudio del canastero de los cactus.
El voluntariado se acaba, pero el viaje continúa
El tiempo pasó, y mi estancia tocó a su fin. Con una gran barbacoa de despedida dije adiós a aquel sitio mágico, a aquel oasis en medio del desierto, a toda la maravillosa gente con la que tuve la oportunidad de compartir aquella experiencia, y volví a Lima. Pero no todo va a ser trabajar. Preparé un viaje de varios días a Cuzco, la antigua capital del imperio Inca, para visitar el recinto sagrado del Coricancha, varios templos y ruinas en las cercanías de la ciudad y, por supuesto, la estrella del viaje: Machu Picchu.
Hay sitios que están tan cargados de historia que parece que una energía especial flota en el ambiente, una especie de magia. Y Machu Picchu es uno de ellos. Podría hablar horas sobre aquello, podría subir cientos de fotos, pero aún así no os podríais hacer una idea de lo que supone estar allí. Es, quizás, el lugar que más me ha impactado de todos cuantos he visitado. Y tengo que volver, ya lo creo. ¡Sobre todo ahora que tengo una cámara de fotos en condiciones! (estas fotos están hechas con una antigua cámara digital de 3 megapíxeles).
Además visité también la Reserva Nacional de Paracas, realizando una pequeña travesía en barca alrededor de las Islas Ballestas, sus explotaciones de guano, sus zarcillos, sus leones marinos, sus pingüinos de Humboldt y el impresionante geoglifo llamado «El Candelabro«, con sus 180m de largo y sus 2500 años de antigüedad.
Unas reflexiones
El objetivo del viaje era aquel programa de voluntariado, sí. Pero me aportó muchas, muchas cosas más. No sólo me sirvió para foguearme en el trabajo de campo en Guayabito, o habituarme a distinguir y aprender las especies para luego echar una mano a los turistas a localizarlas. También me permitió conocer a personas maravillosas.
Los peruanos son gente increíblemente amable y me hicieron sentirme en todo momento como en casa. Y su gastronomía es absolutamente deliciosa. Tanto que el ceviche se convirtió en mi plato favorito, el rocoto en la especia más sabrosa, por no hablar de los anticuchos, la chicha morada y el pisco, o incluso la Inca Cola. Me hizo sumergirme en un pasado misterioso y fascinante como fue el periodo incaico, y soñar con la selva y su infinita fauna. Y lo más importante de todo, me abrió la mente y despertó en mí un hambre insaciable de viajar.
Por supuesto que no todos los voluntariados son iguales, ni todas las personas lo viven de la misma forma. Pero es cierto que la posibilidad de viajar a otros países, de conocer otras culturas, otras gentes, abre nuevos horizontes y nos ayuda a desarrollarnos como personas.
Más adelante hablaré sobre mi opinión de los voluntariados, con los que tengo una relación agridulce, ahora que los veo desde un punto de vista profesional. Pero es cierto que son una forma muy interesante de adquirir experiencia y experiencias, de formarte y de desarrollarte, no sólo como biólogo sino como individuo.
Si alguien quiere más información sobre los programas de voluntariado en Perú debo deciros que no sé cómo habrá cambiado la situación desde entonces, ni qué gastos se costearán ahora, pero el programa de voluntariado en las áreas naturales protegidas sigue funcionando.
¿Has formado alguna vez parte de uno de estos programas de voluntariado internacional?¿Cómo fue tu experiencia? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
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Hola Bichólogo!
Supongo que no es casualidad haber dado con tu historia.
Llevo tiempo queriendo ir a Perú, por la naturaleza, las gentes, la historia, la magia.
Me ha dado buen rollo lo uqe cuentas.
Me gustaría poder hacerte consultarte cosas sobre tu experiencia y voluntariado. Por ejemplo, necesito ir al voluntariado con alguna idea sobre algo? Cómo son los horarios, se tiene suficiente libertad? Hay allí mas gentes de otros lugares haciendo voluntariado a la vez?
Cómo te tratan los "jefes"?…
Y algunos consejos sobre cómo llegar hasta allí, qué hacer y qué mejor no hacer… Todo ese tipo de cosas.
Espero no haber preguntado demasiado. Responde si y cuando puedas.
Un saludo y gracias por compartir tu experiencia.
María del Mar
¡Hola María del Mar!
A ver, supongo que depende de a dónde vayas y con quien. No sé si sigue funcionando el programa de voluntariado en parques naturales en el que yo estuve, pero la verdad es que estaba genial. Pero sólo puedo hablarte de mi experiencia concreta. A mí me comentaros que había una plaza de voluntario en la Reserva Nacional de Lachay y me fui allí sin saber qué haría realmente. Allí tenía una parte de trabajo diario «fijo»: echar una mano con las labores de limpieza, patrullar por la reserva y atender a los turistas, sacar las vacas que se colaban en la zona de reserva… Que resultó mucho más interesante de lo que suena jeje Y luego colaboraba con el biólogo de la reserva en un proyecto de caracterización del hábitat del canastero de los cactus, como lo llamaban, que también resultaba apasionante.
En general, había un ambiente fantásticos con la guardería del parque y con otros voluntarios y tenía bastante libertad para ir y venir y elegir en qué actividades participar (aunque había que hacer un poco de todo). Pero era todo muy sencillo y adaptable. Yo fue el único voluntario español, el resto era de otras partes de Perú. )
Pero en vez de darte consejos desactualizados (estamos hablando de 2003, hace ya casi 20 años), mejor te doy la web de Voluntarios con criterio (https://www.voluntariosconcriterio.com) para que te pongas en contacto con Elena, que es supermaja y se dedica precisamente a los voluntariados y seguro que tiene una experiencia muchísimo mayor que la mía.
Un saludo y mucho ánimo. Respecto a mi experiencia, sólo te diré que me cambió la forma de ver el mundo y me hizo un adicto a los viajes y a descubrir nuevos países. Así que cuidado, que si lo haces bien, engancha, María del Mar 😉 😛
Holaaaaa 🙂
Soy de Perú <3
Y no sé si leer esto estaba en mi destino, pero me encuentro en la misma situación que tú, 23 con oportunidad de viajar como voluntario pero en mi caso dentro del país, ah y el tema de los padres, totalmente identificada.
Me has inspirado a seguir, estoy preparando todo para irme, lo único que me falta es avisarles a mis papás xD
P.D. Me encanta España, si sabes de voluntariados que pueda hacer allá (con bajo presupuesto de preferencia) realmente TE LO AGRADERÉ muuchoo y dejaré todas mis buenas vibras en tu blog para que siga creciendo.
P.D. 2 Me dedico a hacer Marketing digital, es mi única herramienta de sustento :3
¡Hola Mardelly!
Me alegro de que mi experiencia por el maravilloso Perú te haya ayudado a decidirte jeje
En España hay muchas opciones de voluntariado. Mi colega Nando habla tiene un fantástico post en su blog con un buen listado de ellas.
El marketing digital es algo muy valorado hoy en día y estoy seguro de que a empresas y ONGs (sobre todo a estas) de conservación les vendría muy bien un mano con ese tema. Quien sabe si podrías encontrar una salida laboral que uniese biología y marketing 😉
¡Un saludo!
Muchas gracias por compartir tu experiencia de voluntariado. Sin duda es algo maravilloso y único. Excelente contenido, saludos
Muchas gracias a ti por tu comentario y por tus palabras. La verdad es que fue una experiencia asombrosa para mí y la comparto por si a alguien le puede resultar interesante o útil
¡Un saludo!
Hola! Yo estuve de vacaciones en Perú el año pasado y quedé enamorada de este país, de la comida y de su gente, ahora quiero volver pero esta vez a hacer algo, recordaba haber leído este post tuyo antes y ahora lo he vuelto a encontrar y quería saber si conoces a alguien que pueda informarme sobre estos voluntariados o en qué página web puedo mirar si hay opciones para hacer uno.
Saludos!!
Hola!!
Yo también tuve la suerte de estar de voluntaria en Perú, y aunque en mi caso fueron 6 meses trabajando con una universidad, me dio tiempo a trabajar como guardaparque en el Parque Nacional del Manu y en la Reserva Nacional de Paracas. Desde luego fue una experiencia increíble y enormemente enriquecedora. Perú es un país megadiverso tanto en biodiversidad natural como cultural y como dices Machu Pichu es un lugar impresionante y mágico. ¡¡Yo también espero volver algún día!!
¡Hola Lourdes!
¡Qué envidia! ¡El Manu! Me quedé sin tiempo y con muchas ganas de pasarme por allí. En Paracas sí estuve un día. Desde luego que la selva baja peruana debe ser alucinante 😀
¡Muchas gracias por compartir tu experiencia!
Un saludo y a ver si pronto podemos cumplir nuestro sueño de volver para allá 😉
Buenisima experiencia! Yo estoy buscando algo así.. ya sea en alguno de acá en Argentina o fuera del país.
¡Hola Joaquín!
Para mí fue una experiencia inolvidable e irrepetible. Casi una revolución en mi vida jeje Desde que descubrí la magia de los viajes ya no he podido parar. Y poder trabajar en un sitio como las Lomas de Lachay fue algo increíble. Todos son magníficos recuerdos.
Mucha suerte en tu búsqueda y si lo logras, aprovecha para aprender todo lo que puedas, hacer el mayor número de contactos y, sobre todo, para disfrutarlo intensamente 😉
¡Un saludo y gracias por pasar a comentar!
Hola tocayo.
Acabo de reparar en nuestra página (la de todos los biólogos) de casualidad, pero pienso quedarme.
Leyendo este post, me he transportado a la mitad de mi carrera, allá por 2012. Yo hice la carrera en Costa Rica y allí, en mi caso, la mayoría de la carrera fue práctica, por lo que 2 o 3 fines de semana al mes íbamos al campo, a investigar, a tomar datos e incluso ¡a hacer exámenes! Muchas de esas giras, nos hospedábamos con los guardaparques, dependiendo del profesor. Esto a hecho que me acuerde mucho de esa preciosa etapa.
Por cierto, Costa Rica es un país que cualquier biólogo debería visitar.
Un abrazo
¡Hola tocayo!
Muchas gracias por tus palabras y por decidirte a pasarte por aquí más a menudo 😉
Yo recuerdo este viaje y mi breve etapa como guardaparque voluntario con una enorme cariño. Fue una etapa absolutamente fantástica.
Y tienes toda la razón respecto a Costa Rica. De hecho, es uno de los lugares a los que estoy deseando ir tan pronto pueda 😉
¡Un saludo y estamos en contacto!
Hola, qué tal?
He sido seleccionada para el programa de guardaparques voluntarios, para el Santuario Histórico de Machu Picchu y viajo a Cusco la próxima semana. Quería saber cuál es el ambiente en el que te alojaste y qué cosas no debo olvidar llevar para desarrollar el voluntariado. Me han dado muy poca información al respecto, me dijeron que ropa de caminata y si quería una sleeping bag pero no fueron muy específicos. Además, tengo algunas cosas que coordinar con mi universidad por lo que estoy pensando en llevar mi laptop. Te parecería apropiado? Yo sé que tu blog no está pensado como web de consejos pero alguna información más específica sobre tu experiencia me ayudaría mucho.
¡Hola Alejandra!
Yo me alojé en Lachay con el resto de Guardaparques. Las condiciones eran bastante espartanas pero el ambiente era excelente. Lo del laptop, pues dependerá del sitio. En Lachay, cuando yo estuve, teníamos un par de baterías de coche para proporcionarnos electricidad, y se recargaba con una placa solar. Así que no había ni internet ni mucho tiempo para usar aparatos eléctricos. Pero no sé cómo estará el asunto en MachuPicchu. Quizás sea diferente o quizás no. Yo que tú contactaría con ellos y les plantearía todas tus dudas, porque nadie mejor que ellos te las podrán aclarar.
Por lo demás, el alojamiento, la comida y la formación que me dieron iba todo a cargo de la Reserva. Yo sólo tuve que llevarme ropa cómoda, buenas botas y mucha ilusión- Pero poco más.
Disfruta mucho, aprende mucho y haz muchos contactos. Eso es lo más importante. Ya nos contarás, porque estar de Guardaparque en Machu Picchu debe ser una gozada. Es un lugar absolutamente mágico. Estoy deseando volver por allá 😉
¡Un saludo!
Una hisoria muy interesante, conmueve al leerla por las enseñanzas que deja a los biólogos jóvenes. No hay nada mejor que la relación directa con la naturaleza. Felicitaciones
Muchas gracias Amado Lorenzo.
La verdad que fue una experiencia maravillosa de la que guardo un recuerdo indeleble, como si hubiera sido ayer 🙂
Muchas gracias por tus felicitaciones y por haberte pasado a comentar en el blog.
Un cordial saludo,
Nacho
No esperaba menos palabras hacia tu experiencia vivida en Perú, mi país posee una megadiversidad tanto cultural como biológica. Espero puedas regresar a Perú y conocer lugares más recónditos que de verdad te dejarán la boca abierta de lo maravillosos que son. Yo también soy bióloga y he hecho varios voluntariados especialmente en la zona altoandina. Muchas gracias por lo datos que publicas y de verdad empezaré a aplicarlos si realmente a lo que quiero dedicarme es a la investigación, es inspirador. Por favor si necesitas de alguna información, mi disponibilidad está en lo que pueda ayudarte en esta parte del planeta. Muchos éxitos.
¡Muchísimas gracias Shirley!
La verdad es que mi estancia en tu bello país ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Yo también espero poder estar de vuelta pronto… Y volver a saborear ese delicioso ceviche y tomar un pisco sour 😉
Me alegro de que el blog te esté resultando útil. Ya sabes que si te interesa algún tema en concreto, no dudes en contármelo por e-mail e intentaré tratarlo en el blog 😉
Un saludo y gracias por tu comentario y por tu oferta 🙂 ¡Muchos éxitos para ti también!
Interesante experiencia la que cuentas. Aquí en Venezuela el país donde vivo solo tener para costearse el pasaje de avión ya es un suplicio, Sin embargo me atrae mucho viajar por el mundo y si se puede hacer con esta hermosa profesión Mejor que mejor.
En donde se puede uno enterar de los voluntariados para biólogos en las distintas partes del mundo?
Pues dependerá mucho del sitio. Lo mejor es apuntarte a alguna página que publique ese tipo de ofertas. Te recomiendo, si no la conoces ya, http://www.bioblogia.net, que publica no solo temas de voluntariado sino también ofertas de empleo en todo el mundo. Y en concreto, hay un interesante post sobre voluntariado en España y alguna cosa en Europa -> http://www.bioblogia.net/2015/04/dondehacervoluntariadoambiental.html
También puedes encontrar ofertas en Europa por aquí http://www.environmentjob.co.uk/ y páginas similares. Y, sobre todo, una buena forma de enterarse de ese tipo de cosas es con una buena red de contactos 😉
¡¡Un saludo y gracias por comentar!!
Hummm q bonita e interesante experiencia!! Esta lectura me ha contagiado las ganas de ponerme a viajar ya mismo!!
Me alegro de que te guste. Viajar es la mejor forma parte de aprender: sobre el mundo y sobre uno mismo 😉
¡¡¡Tú si que vales!!!
¡¡¡Muchas gracias!!!