20 comments

Irse al extranjero a estudiar o hacerlo en tu ciudad o región no es una cuestión baladí. De hecho, es un cambio tan grande que probablemente esa elección te guíe por derroteros profesionales totalmente distintos según lo que escojas. Así que es algo que merece la pena pensarlo muy bien 😉

Estudiar la carrera es una etapa muy importante en la vida de cualquier persona. De hecho, prácticamente es el principio de todo. Por eso es fundamental hacerla bien. Y cuando me refiero a bien, no sólo a nivel de notas sino, sobre todo, a estar centrado.

Finalmente, debes tener en cuenta es que no es lo mismo enfrentarte al hecho de estudiar la carrera fuera o hacer el doctorado fuera. Las situaciones, el nivel de madurez personal, tu desarrollo profesional, son muy distintos en ambas etapas, por lo que todo ello influirá en el hecho de decantarse por una u otra. Como verás después, no hay una opción buena o mala per se, sino que depende de las circunstancias y las aspiraciones de cada uno. Por eso, acomódate que esto puede ser largo 😉

1. La comodidad del hogar

Estudiar en tu propio país tienes un gran ventaja: la comodidad. Pero es que, además, es cómodo a muchos niveles. Tanto si vives con tus padres como si estás compartiendo piso en tu ciudad, el estar en una sociedad con unas costumbres que conoces es un lujo que no sabemos apreciar hasta que no viajamos. Y poder expresarte en tu lengua materna sin esfuerzo es algo echarás mucho de menos si en algún momento te vas a vivir a otro país durante algunos meses.

Por no hablar ya del fantástico hecho de poder ver a tu familia, tus amigos o tu pareja cuando quieras y todo el tiempo que te apetezca. O el placer de llegar a casa y tener la comida hecha, la ropa lavada y planchada y ninguna otra obligación más que prepararte el siguiente examen. Puede que te parezca algo absurdo, pero cuando te toque vivir solo, con un sueldo escaso, te acordarás de lo fácil y cómodo que era todo cuando estabas en casa de tus padres. Mantener una casa, incluso aunque sea un piso compartido con otros estudiantes, supone un gasto de tiempo y dinero bastante curioso 😉 😛

Yo estudié mi carrera en Badajoz, mi ciudad. Vivía con mis padres y eso me daba una enorme cantidad de ventajas. Por un lado, tuve la gran suerte de que ellos pudieron pagarme la universidad, por lo que no tuve que trabajar y podía centrarme al 100% en la carrera, sin tener que dedicar mucho tiempo a la comida, llevar la casa, hacer la compra y a muchas otras obligaciones que conlleva el hecho de vivir solo.

Por otra parte, mantuve el contacto con todos mis amigos, incluso del instituto. Esto me facilitó el poder disfrutar la vida universitaria como se merecía: fiestas, cervezas con los compañeros, fines de semana bailando y pasándolo bien hasta el amanecer… Todo es tan sencillo con los amigos de toda la vida…

2. La facilidad de lo conocido

Pero a nivel profesional también tiene algunas ventajas. Siempre es mucho más sencillo seguir las clases cuando se dan en tu propio idioma. Si a veces es complicado entender lo que te cuenta un profesor, imagínate si encima lo hace en otro idioma que quizás no dominas del todo.

Además, en tu país formas parte un sistema educativo que ya conoces y al que ya estás acostumbrado, independientemente de lo bueno o malo que sea (ya sabes lo que se suele decir «más vale malo conocido… que bueno por conocer«) .

Establecer relaciones profesionales es mucho más sencillo, porque todos formamos parte de la misma cultura, con las mismas costumbres y el mismo modo de hacer las cosas. Por ejemplo, en España siempre se dice que los grandes negocios y los grandes acuerdos se cierran siempre en un bar 😉 Sin embargo, si propones eso en otros países seguramente no les parezca algo serio. Idiosincracias particulares de cada sitio 😉

Una de las cosas que más he echado de menos cuando he vivido sólo son los excelentes platos de mi madre. Y es que como en casa… no se come en ningún sitio ;)

3. El carácter de cada uno influye

Hay personas que adoran viajar, que sueñan con irse a países lejanos, conocer mundo, sumergirse en su cultura y no dudan en establecerse en otro país… Pero hay muchas otras personas arraigadas a su tierra, a su gente y que, si pueden evitarlo, no quieren dejar su país o su ciudad natal.

Además, estudies donde estudies, allí comenzarás a crear tu red de contactos, incluso sin darte cuenta. Si lo que te interesa es trabajar en tu ciudad o al menos en tu país, es allí donde debes centrar tu labor de networking. Aunque esto no significa que debas descuidarlas conexiones internacionales, sino que siempre hay tener en cuenta tu objetivo y centrarse 😉

Yo mismo hice muchos contactos en España durante esta etapa.  Y estos contactos me ayudaron a encontrar mi primer trabajo de biólogo, colocando cajas nidos en el Parque Nacional de Monfragüe. Posteriormente, nuevas oportunidades fueron surgiendo gracias a la gente que había ido conociendo durante la carrera. Toda mi experiencia profesional en España ha estado absolutamente influenciada por esas conexiones que fui haciendo durante la carrera en mi ciudad.

4. Las circunstancias externas

Hay una frase de José Ortega y Gasset que lo define perfectamente:

Yo soy yo y mis circunstancias.

Y es que no podemos escapar a ellas. Siempre pueden existir factores que nos limiten nuestro poder de decisión, causas externas que nos cierren un determinado camino, que nos empujen en un sentido distinto al que originariamente pensábamos.

El tema económico suele ser muy importante. Mantenerse en otro país, pagando la comida, una casa, una carrera universitaria y todos los gastos que implica simplemente el hecho de vivir puede resultar absolutamente insostenible para muchas familias, lo que puede hacer que la decisión de estudiar dentro o fuera del país se resuelva por si misma ante la fuerza de la realidad.

En mi caso, nunca había pensado irme a estudiar a otro país. Mi vena viajera comenzó durante la carrera, gracias a cursos y congresos varios. Pero no fue hasta que la acabé que me volví un viajero incansable, tras mi primer viaje al extranjero (salvo Portugal, pero vivo a 4 kilómetros de la frontera, así que casi nunca lo cuento :P).

Sin embargo, sí que me habría gustado irme a estudiar la carrera a Madrid. Suponía todo un reto para mí: abandonar a mis padres, a mis amigos, aprender a gestionarme yo mismo… Pero sabía que exigiría un esfuerzo económico muy grande para mis padres. Podía estudiar Biología en la Universidad de Extremadura, así que decidí quedarme aquí. Y puedo asegurarte que nunca me he arrepentido lo más mínimo 😉

Y si te quedas… ¿qué te estás perdiendo?

Hay muchas razones que te pueden impulsar a estudiar fuera, aunque desde mi punto de vista no aportan tanto beneficio en comparación con el coste personal y económico. Además, estos beneficios, como luego te contaré, se pueden conseguir por otros medios alternativos muchísimo más baratos durante la carrera 😉 Pero vamos a ver qué estarías dejando escapar…

1. El prestigio

Sería absurdo pretender que todas las universidades tienen el mismo prestigio. Sabemos que no es así. Por eso, si la situación lo permite, estudiar en una universidad prestigiosa y reconocida podría abrirte muchas puertas.

  • Los contactos que hagas serán de mayor calidad, con mayores influencias.
  • Dado que se le presupone un alto nivel de conocimientos, un título en estas universidades te colocaría delante de graduados provenientes de otras menos prestigiosas.
  • Estas universidades suelen contar con mayor presupuesto y más medios para dedicar a las asignaturas y, sobre todo, a las prácticas, tan importantes en una carrera experimental como es Biología
  • La inserción laboral es más sencilla cuando estudias en estas universidades, ya que suelen tener bolsas de trabajo importantes o acuerdos de prácticas con algunas empresas punteras en el sector que suelen culminar en contratos o, al menos, en una valiosísima experiencia.

Sin embargo, en nuestra carrera cuenta más la especialización que la formación puramente básica. Por eso, quizás te resultaría mucho más interesante irte fuera para realizar tu máster o tu doctorado en busca de una universidad importante y poder disfrutar de todas las ventajas de las que hablábamos anteriormente 😉

2. El placer de viajar

Viajar tiene una gran cantidad de beneficios, no sólo el conocer nuevos lugares. Cuando viajas ensanchas tu mente, la abres a nuevas culturas, a nuevas formas de pensar, nuevos enfoques, nuevas costumbres. Creces como persona cuando viajas. ¿Y qué mejor forma de conocer un país que viviendo en el durante los siguientes 4 ó 5 años?

Esto te permitiría abrirte a nuevas formas de estudiar, de abordar la carrera y la inserción profesional, y te ayudará a mejorar el idioma hasta el punto de dominarlo completamente.

Pero durante la carrera existen otras muchas formas de viajar, incluso estando en tu propio país. Y, de nuevo, el doctorado te va a brindar enormes oportunidades de viajar si sabes organizarte bien 😉 En muchas universidades existen becas que te permiten pasar varios meses o incluso un año estudiando en otra universidad. En España son muy conocidas las becas Erasmus (que ahora creo que se llaman Erasmus+) para el extranjero, y las becas SICUE/Séneca, para otras universidades españolas. Esto te permitirá aprovechar todas las ventajas de estudiar en el extranjero (o a otra parte del país) pero subvencionadas, al menos parcialmente, y sin que sea tan a largo plazo como irte a vivir 4 ó 5 años fuera.

3. La oportunidad de trabajar fuera

El estudiar en otro país te da mayores facilidades para encontrar trabajo en él. Esto es lógico, ya que estás formado parte de todo el sistema educativo, por lo que te será sencillo seguir progresando en el sistema hasta que llegue el momento de la inserción laboral.

Pero esto también puedes conseguirlo realizando un máster o un doctorado en el extranjero. O buscando otras alternativas, que no todo es cuestión de hacer un máster o un doctorado  😉

Resumiendo…

Desde mi humilde punto de vista, y repito que todo esto es mi opinión subjetiva, creo que estudiar una carrera fuera de tu país sólo es una buena opción si dominas el idioma, te sobra el dinero y te lo puedes permitir. Pero no suele ser el caso 😛

Además, la etapa universitaria ya es bastante complicada por sí misma como para tener que andar empezando de cero en un país que no conoces, con una lengua que no dominas o unas costumbres que te resultan extrañas. Lo importante en ese momento es formarte, adquirir los conocimientos necesarios y, sobre todo, la experiencia y las herramientas que te permitirán  evolucionar en tu carrera profesional.

Por supuesto, hay excepciones. Como ya dije antes, las condiciones particulares de cada uno puede hacer que nos decantemos por una u otra opción. Si has nacido en otro país distinto al que vives pero conservas lazos con él, no te sería tan complicado irte allí a estudiar la carrera, especialmente si dominas el idioma.

Pero si no es así, aprovecha las cartas que tienes y haz la mejor partida que puedas 😉 Conviértete en una esponja, aprende, participa, experimenta y descubrirás muchas posibilidades que no conocías en tu propia universidad.

Durante la carrera estás plantando el germen de lo que será tu futuro laboral. Es muy importante estar centrado en lo que estás haciendo y no ponerte más dificultades de las que ya tienes. Aunque no sea la mejor del mundo, en tu universidad podrás aprender todo lo necesario para ejercer estas fascinante carrera. Ya depende de ti que sepas suplir sus carencias mediante tu ingenio y tu iniciativa, de cara a llenar los vacíos que vayas detectando 😉 Cursos, congresos, viajes… Las opciones son múltiples y variadas y no pasan por tener que abandonar todo lo que conoces.

A mí Badajoz y la Universidad de Extremadura me han aportado muchas cosas. No es de las universidades más prestigiosas de España, ni mucho menos. Pero he topado con grandes profesionales que me han enseñado y me han ayudado a conseguir la experiencia que necesitaba. Y luego he ido completando y mejorando mi formación con congresos, cursos, voluntariados, colaborando con grupos de investigación… Todo lo que he ido necesitando para avanzar, siempre intentando tomar la iniciativa y aprovechando las oportunidades que me surgían.

No he echado nada de menos y no me arrepiento en absoluto de haberme quedado en Badajoz. Sólo tengo una espinita clavada (aunque creo que al final lo supe compensar), y es la de no haber estudiado un año fuera con una beca Erasmus. Así que, si tú puedes hacerlo, no dejes escapar la oportunidad 😉

Y hasta aquí por hoy. El próximo día hablaré sobre el doctorado y dónde es mejor hacerlo 😉 ¿Pero qué te ha parecido el post? ¿Has pensado hacer la carrera en otro país? ¿Crees que te estás perdiendo algo que no podrás recuperar? ¿Has estudiado fuera? ¿Cuál ha sido tu experiencia? Estoy seguro que entre todos podemos aportar muchas opiniones y puntos de vista distintos 😉

¿Estás cansado de buscar trabajo como hasta ahora sin resultado?

Suscríbete y consigue gratis el PDF "5 Razones por las que Un Blog Aumentará tu Empleabilidad como biólogo" para acercarte al trabajo de tus sueños.

¿Estás cansado de buscar trabajo como hasta ahora sin resultado?

Suscríbete y consigue gratis el PDF "5 Razones por las que Un Blog Aumentará tu Empleabilidad como biólogo" para acercarte al trabajo de tus sueños.

Sobre mí

Biólogo, lector y curioso, siempre. Viajero, escritor y fotógrafo aficionado en los ratos libres. Y mientras tanto, ayudo a jóvenes biólogos en mi blog "El Bichólogo

¡Sígueme!