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Trabajar con desmán ibérico (Galemys pyrenaicus) es tan interesante como complicado. La metodología para dar con ellos es bastante distinta a lo que es normal con otros mamíferos, debido a sus esquivas costumbres acuáticas.

Ya te he hablado acerca de la metodología para detectar su presencia por medio de los excrementos que van dejando en las piedras de los ríos que habitan. Pero no es la única forma, por supuesto. Existe también todo un protocolo para trampear y capturar a estos escurridizos seres y que nos permite además extraer mayor información de los individuos, como tamaño, peso o muestras de pelo.

Metodología de captura del desmán ibérico

Pero también voy a hablarte sobre una de las formas de identificar a este animal: el microchipado. Sí, como se suele hacer con los perros, colocándoles un pequeño microchip bajo la piel. Pero bueno, ahora te lo iré contando todo paso a paso.

¿Por qué capturar desmanes?

Lo primero que hay que tener en cuenta para capturar desmán es ¿por qué? Y es que el desmán ibérico es una especie que se encuentra muy amenazada y en franca regresión, siendo clasificado como vulnerable según los criterios de la IUCN. Esto hace que el trabajo con estos animales sea muy interesante, pero también muy delicado. Hay que tener un cuidado extremo a la hora de manejarlos, evitando un sufrimiento o una manipulación innecesarias.

Sin embargo, a veces es necesario capturarlos para obtener más información acerca de ellas: tomar medidas, tomar muestras de pelo para conseguir ADN o marcarlos de forma individual. Esto permite extraer muchísima información: sexo, edad, parentesco, morfología, detectar desplazamientos… Un sinfín de datos muy interesantes a la par que útiles en la conservación de este curioso animalillo. Y para esto, por supuesto, es obligatorio contar con todos los permisos necesarios para atrapar y manipular esta especie.

Preparando el terreno

Para empezar te diré que, de todos los trabajos que he hecho como biólogo, este es el más duro con diferencia, tanto a nivel mental como físico. Y estoy acostumbrado a laaaargas jornadas de campo, a caminatas kilométricas y a interminables horas escribiendo artículos delante del ordenador.

Lo primero de todo, al igual que en el caso de los muestreos por excrementos, es realizar un trabajo previo de gabinete, recopilando información sobre las citas históricos y los sitios a priori más favorables para el desmán dentro del área de estudio. Entonces ya puedes situar sobre ortofotos los puntos donde vas a realizar las capturas.

Se trata de lugares que deben ser relativamente accesibles en vehículo, ya que para este trabajo hay que transportar numeroso material, entre vadeadores, nasas y equipo para la manipulación y microchipado. Varias decenas de kilos que cuanto más cerca del río puedas llevar, mejor 😉

En ocasiones, también se realiza una búsqueda previa de excrementos en la zona, para ver si hay presencia reciente de individuos y poder afinar mejor a la hora de colocar las nasas. Aunque esta parte no es necesaria, siempre es bueno saber si hay posibilidades reales de capturar algún animal 😛

Colocando las nasas

Normalmente se sitúan un determinado número de nasas según la longitud del tramo. El desmán suele alimentarse nadando contracorriente, por lo que hay que situar las nasas de tal forma que el animal entre ellas mientras remonta la corriente del río.

Es importantísimo fijar bien las alas de las nasas, de modo que corten todo el tramo y queden sumergidas hasta el fondo. Para ello, la nasas cuentan con una serie de plomos que hunden las redes de las alas.

Por último, el extremo de la nasa, a donde llegaría el animal, debe estar situado fuera del agua. Así, el desmán podrá encontrar un lugar seco y se evita el riesgo de que pudiera ahogarse.

Dos compañeros colocando las nasas
Aquí puedes ver cómo se colocan las nasas. Es fundamental que el extremo de la nasa quede fuera del agua, para que el animal pueda tener sitio seco y seguro fuera del agua.

La nasa debe estar parcialmente sumergida, de modo que el animal pueda entrar nadando. Si tiene que trepar para seguir adelante es probable que se vuelva para atrás. Por eso, a veces es necesario limpiar el fondo de rocas que hagan sobresalir demasiado la nasa.

Se trata, pues, de un proceso largo y que puede tomar bastante tiempo por cada nasa, especialmente si las condiciones de las orillas no facilitan la fijación de las nasas. Por ello es importante ir con tiempo suficiente.

Las revisiones

Una vez realizada la primera parte del trabajo es hora de recuperar fuerzas 😉 Nada como una buena cena y algo de descanso para todo lo que se viene encima. Por será duro 😉

La primera revisión solemos hacerla hacia la medianoche. Se recorre el río, nasa a nasa, revisando si algo ha caído en ella. Porque no sólo pueden caer desmanes, sino que es muy frecuente encontrarse con truchas (Salmo trutta), culebras viperinas (Natrix maura) o incluso ratas de agua (Arvicola sapidus). Para todas las revisiones hay que ir cargando en una mochila con todo el equipo necesario en el caso de que algún individuo caiga en las nasas.

Arvicola sapidus
Una rata de agua que capturamos durante una de las revisiones

Es necesario revisar concienzudamente, puesto que se trata de animales pequeños que pueden esconderse y pasar fácilmente desapercibidos. Si no hay nada, se pasa a la siguiente nasa, hasta terminar con el tramo.

Una vez terminada la revisión es hora de tomarse otro pequeño descanso. Normalmente se realizan revisiones a lo largo de toda la noche. Hay que dejar un tiempo prudencial para que los animales puedan entrar en las redes, pero no un tiempo demasiado largo como para que el animal pueda estresarse demasiado al sentirse atrapado o pueda sufrir de hipotermia debido a la falta de alimento, dado su elevado ritmo metabólico. Esto es especialmente importante cuando las temperaturas son muy bajas.

Además, los desmanes tienen unos dientes muy agudos y no sería raro que pudiesen llegar a roer las redes, escapando de las nasas y dejando un bonito agujero que luego te tocará remendar 😉

¡Ha caído algo!

Por muy bien puestas que estén las nasas, no es sencillo atrapar un desmán. Por un lado, los desmanes se distribuyen de forma irregular a lo largo del río y no son precisamente los mamíferos más abundantes del mundo (o no estaría amenazados :P). Por eso es necesario ser pacientes. Muy pacientes.

Pero, a veces, cuando llegas con tu linterna y enfocas la nasa ves algo moverse y tratar de escabullirse. En esos momentos es importante ser rápido y liberar con presteza al animal. Se desata el extremo de la nasa y se extrae al desmán para depositarlo en algún lugar seguro y seco, dejándole que se tranquilice un poco.

En nuestro caso, dado que tenemos que colocarles un microchip, tomar muestras de pelo y manipularlos durante algún tiempo, sedamos a los animales con un anestésico inhalatorio. Es absolutamente primordial no sólo usar la dosis adecuada, sino dejar pasar el tiempo pertinente. Demasiado tiempo y se pasarán los efectos antes de que terminemos la manipulación. Demasiado poco y el animal estará despierto y podrás llevarte un buen mordisco 😛

En primer lugar hay que desinfectar todo bien, para evitar cualquier infección durante la manipulación. Normalmente, primero se le pone el microchip, tras limpiar con alcohol toda la zona; después se le toman las muestras de pelo, que se almacenan para su posterior análisis; se realizan fotos de los dientes para datar la edad en función del grado de desgaste de las coronas dentales, y finalmente, se pesa y, si es necesario, se mide.

Medidas y microchipado
Según el estudio, habrá que tomar distintas medidas. En la foto se puede ver el material, las fotos de los dientes y la inserción del microchip

Una vez terminada la manipulación del individuo se deja reposar al animal, a la espera de que pasen los efectos de la anestesia. Cuando vuelve a estar activo (la anestesia dura pocos minutos), se le libera de nuevo en el río.

Tras la última revisión, que normalmente suele ser poco antes del amanecer, es necesario ir retirando las nasas, plegándolas adecuadamente y llevarlas de vuelta al coche. Personalmente, tras toda la noche sin dormir, este proceso siempre se me hace enormemente largo 😛 Y de vuelta a casa, hay que sacar todo el material y ponerlo a secar: botas, vadeadores y nasas. Y dejarlo todo listo para el día siguiente. Sólo entonces puedes al fin descansar 😛

Para terminar…

Sólo decirte que para mí ha sido una experiencia muy interesante, pero también uno de los trabajos más duros que he hecho durante mi trayectoria como biólogo. El tener que trabajar de noche, durmiendo en el coche (o como buenamente puedas) entre revisión y revisión, cargar e instalar las nasas (cada una pesa varios kilos entre la red, los aros y los plomos para que queden fijas al fondo) provoca un enorme desgaste al cabo de la semana.

Sin embargo, es también uno de esos trabajos que te permiten estar en contacto directo con la naturaleza y con los animales, y en este caso, con especies amenazadas, tan curiosas y fascinantes como el desmán ibérico. Además, acostumbrado a usar redes japonesas para paseriformes, estas semanas trampeando desmán me han ayudado a familiarizarme con otras metodologías de capturas, muy alejadas de las que yo suelo usar.

En definitiva, una gran experiencia, tan enriquecedora como agotadora, que me ha ayudado a dar un paso más allá en mi formación como biólogo (que como ves, nunca acaba :P).

Ahora me gustaría saber tu opinión al respecto: ¿has usado alguna vez nasas para capturar mamíferos de hábitos acuáticos como el desmán? ¿Has participado en alguna actividad similar? ¿Conocías este tipo de trabajo? Anímate a participar en los comentarios y, si te ha gustado el post, suscríbete a la lista de correo para mantenerte al día de todas las publicaciones y para conseguir algunas ventajas exclusivas por ser suscriptor 😉

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Sobre mí

Biólogo, lector y curioso, siempre. Viajero, escritor y fotógrafo aficionado en los ratos libres. Y mientras tanto, ayudo a jóvenes biólogos en mi blog "El Bichólogo

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  1. Hola!

    Estoy tratando de decidirme si estudiar biología. Amo a los animales tanto que ya me duele el pensar que hay que hacerle una microcirujía para ponerle un chip. No hay una forma menos invasiva de control?

    Muy interesante tu blog, me es de muchísima ayuda, gracias!

    Saludos desde Argentina

    1. ¡Hola Mar!

      Hay muchas formas de marcaje e identificación de fauna silvestre (de hecho, he escrito un post al respecto en este blog). Unas formas son más agresivas que otras, pero siempre se intenta ocasionar el menor número de molestias posibles al animal. En este caso, como comento en el texto, se seda al animal, para que no note la pequeña punción que se le hace para colocarle el microchip y para que no se estrese.

      Aunque desde fuera pueda no parecerlo en ocasiones, la seguridad y el bienestar de los animales es siempre la prioridad de los biólogos (o al menos si son buenos profesionales).

      Un saludo y ya nos contarás si te animas a estudiar esta fascinante carrera.

  2. Muy interesante entrada, os recomiendo el documental «Una noche con el desman», para conocer otras tecnicas de medir poblacion.

    Saludos

    1. Muchas gracias por la recomendación. No he podido verlo más que por encima. No he hecho radioseguimiento con esta especie, pero debe ser tan interesante como complicado jeje Ya lo tengo guardado para verlo con tranquilidad en cuanto tengo un ratito. ¡Un saludo!

  3. Gracias por acercarnos a los «biólogos por afición» vuestras aventuras y desventuras. Hay una gran labor de pedagogía social ambiental por hacer. Enhorabuena y gracias a toda la comunidad de biólogos/as que nos transmitís vuestro ( apasionante para nosotros ) trabajo.

    1. ¡Hola Iñaki!

      Estoy de acuerdo que es necesaria una mayor difusión del trabajo que realizamos los biólogos. No sólo para dar algo de guía a toda la gente que empieza en este mundillo, sino porque, desde mi punto de vista, es fundamental crear una sólida cultura científica en la sociedad, que cada vez recibe más información por los medio y por internet pero de una calidad de lo más variable.

      Muchas gracias por tu comentario y por compartir conmigo estos ratos al otro lado de la pantalla.

      ¡Un saludo!

  4. Muy interesante el trabajo Nacho, conozco de cerca el trabajo nocturno, porque lo he hecho bastante mientras estudiaba los sapos en Cuba. Durante las noches de trabajo en Viñales caminabamos alrededor de 12 Km con los equipos como grabadoras, micrófonos, metros de cables. Lo que pasa con los sapos es que se reaunen los machos cerca de cuerpos de agua y forman coros para atraer a las hembras y si uno quiere realizar grabaciones de sus vocalizaciones tiene que llegar hasta ellos y montar todo el equipo. Pero nada aunque se pasen largas horas nocturnas de trabajo, siempre es gratificante estar en contacto con la naturaleza. Saludos

    1. ¡Totalmente de acuerdo contigo, Sergio!

      El trabajo nocturno es tan agotador como interesante. Es otra forma de ver la naturaleza que, al menos a mí, me retrotrae varios miles (o millones) de años atrás, cuando el hombre vivía en pleno contacto con la naturaleza.

      Dormir al raso en una hamaca, entre revisión y revisión, es una experiencia que me encanta.

      ¡Y muy interesante lo del trabajo con los sapos! Muchas gracias por compartirlo 😉

      ¡Un saludo!

  5. Recuerdo una vez en un parque nacional… atrapando salmones (invasores, lo mejor es que no tienen mejor idea que venir a morirse en un parque nacional, y no es algo grato ver el río lleno de salmones muertos) tenía que poner redes en el río, menos mal que nunca atrapamos un adulto porque me hubiera tocado sacarlo del agua con el menor daño posible y no me hubiera gustado luchar con un salmón… Después de eso me pasé al otro lado y ahora soy el que le saca el ADN a la muestras de ratones que alguien captura, pero volver a hacer ese trabajo al menos un día (no más, sólo un día) es algo que extraño.

    1. La verdad es que el trabajo que incluye la captura de ejemplares de cualquier especie es genial, al menos para mí. Me resulta muy gratificante poder trabajar con animales tan de cerca. Pero también implica una gran responsabilidad porque a menudo la vida de esos individuos depende de lo bien y lo rápido que realices la captura y posterior manipulación.

      Muy interesante tu experiencia con los salmones, por cierto. Te entiendo perfectamente 😉

      ¡Un saludo y gracias por pasarte a comentar!

    1. ¡Hola Jorge!

      ¡Sin duda alguna! Pero es verdad que, de todo lo que hecho, es lo que más duro me ha resultado. Y no tanto a nivel físico (que cansa, sí) sino a nivel mental. Pero eso no quita que no haya resultado una experiencia de lo más interesante y que la haya y la siga disfrutando 😉

      Poder ver aunque sólo haya sido un ejemplar vivo de desmán, una especie tan esquiva y emblemática, fue una experiencia muy emocionante 😉

      ¡Un saludo y gracias por pasarte a comentar!

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