14 comments

Aunque parece el título de un libro de autoayuda, saber decir no en el momento adecuado es una de las cualidades que más falta hace hoy en día a muchos biólogos. En estos tiempos de crisis tener un trabajo de lo nuestro es casi un sueño, al menos en España, así que… ¿Cómo decir no a una oferta por mala que sea? Pues hoy te voy a enseñar lo importante que puede llegar a ser 😉

Tienes que hacerte valer

La biología no es una de las carreras ni de las profesiones más estimadas socialmente. Es probable que cuando le dijiste a tus padres «Quiero ser biólogo/a» ellos te dijeran (o al menos lo pensaran): «¿Biología? Pero si eso no tiene salidas«. O si eres uno de los afortunados que están trabajando de biólogo habrás escuchado más de una vez «Eso no es trabajar. Tendrías que tener un trabajo de verdad, como el mío«.

Además, hoy en día la situación no está como para tirar cohetes. Hay muchísimo paro en nuestro sector y rechazar cualquier oferta, por mala que sea, es poco más que un suicidio. ¿O no? Si te paras a pensarlo, aceptar ofertas de empleo ridículas o directamente humillantes no hace sino perpetuar esa visión de la que la biología no es un trabajo serio, sino algo a lo que se dedican cuatro frikis. Por eso es tan importante plantarse y decir NO.

Lo que la gente piensa de la biología
Aunque sea tomándolo con humor, la realidad a veces no es tan distinta a la que refleja este meme

Una historia real…

Hace mucho, mucho tiempo, dos bisoños estudiantes de biología (un servidor y mi colega de Bioblogia) asistieron a una cena oficial de la Universidad de Extremadura con motivo del 25 aniversario de su fundación. La verdad es que acudimos por suerte. Durante una clase de un curso de postgrado pidieron dos voluntarios para ir en representación de los alumnos. Y curiosamente sólo nosotros levantamos la mano. ¡Era una cena gratis!

El caso es que comenzamos a hacer networking con el resto de los invitados (aunque por aquel entonces ni conociéramos esa palabra :P). Habían acudido el rector, representantes de los profesores y algunos profesionales del sector que estaban participando en dicho curso. Entre plato y plato, fuimos guiando la charla hasta la realización de unas prácticas no remuneradas. El trabajo sonaba interesante a priori: el dueño de unas casas rurales quería que diseñáramos unos senderos ecoturísticos y los preparáramos con comederos y bebederos artificiales para las aves.

No cobraríamos nada, pero serían unas prácticas profesionales muy interesantes para engalanar el currículo de unos jóvenes estudiantes de biología (por aquel entonces en el último o penúltimo año de la carrera). Así que, tras la cena, aceptamos con muchas ganas, ideas e ilusión.

El tiempo pasaba y nosotros ya teníamos todo el proyecto pensado, algo profesional, con mapas georeferenciados, todo muy bonito. Y muy trabajado. Y entonces, a menos de una semana de irnos para allá, nos escribe esta persona. Nos dice que ya que estaremos una temporada allí nos envía una lista de tareas adicionales que incluían cortarle el césped, limpiar la piscina y algunas otras labores de mantenimiento. ¿WTF? Tuvimos que volver a leer el mail para cerciorarnos de que era cierto. Nos pedía un trabajo profesional, no recibíamos ni un euro y nos costeábamos nosotros todo. Pero ahora encima quería que fuésemos sus jardineros y chicos de los recados.

Sorprendidos, le respondimos diciéndole que aquello no tenía nada que ver con lo que habíamos acordado. Que sí, que éramos estudiantes de biología, pero que nos había pedido un trabajo profesional y por tanto nos habíamos empleado a fondo para prepararlo. Que habíamos aceptado no cobrar por ello porque la experiencia práctica nos resultaba útil, pero que no estábamos de acuerdo con esas nuevas condiciones añadidas a última hora.

Al hombre le sorprendió nuestro correo. Nos dijo que tampoco era para tanto, que a ver quiénes nos creíamos que éramos. Que no éramos más que unos estudiantes, que con esos humos y esa actitud jamás llegaríamos a ninguna parte ni lograríamos entrar en el mundo laboral.

Tras recibir aquel mensaje, le dijimos muy amablemente que ya no estábamos interesados en sus prácticas y que se buscase a otros estudiantes de los que aprovecharse. Así que puedes imaginar la contestación airada y totalmente fuera de tono del susodicho (bastante menos correcto que nosotros :P). Y de este modo dimos por finalizada nuestra aventura con aquellas «prácticas profesionales» que eran de todo menos profesional.

Decir NO

La moraleja

Le dijimos que no a unas prácticas muy interesantes sobre el papel que nos podrían haber dado un buen empujón al currículo. Él nos dijo que así, exigiendo respeto, no llegaríamos a ningún lado y no nos contratarían en ningún sitio. Y aquí me tenéis, habiendo trabajado como científico, con una tesis doctoral (casi casi :P), habiendo trabajado en varios países y con una treintena de publicaciones entre papers y charlas y posters en congresos. Desde luego aquel hombre no se habría ganado la vida como vidente 😉

Valorarte a ti mismo nunca está demás y tu profesionalidad es tu principal carta de presentación. Si no la defiendes tú, nadie lo hará. Sí, hay mucha competencia, pero no vale conseguir ese voluntariado, esas prácticas o ese trabajo a cualquier precio, especialmente si te estás devaluando a ti mismo y a la profesión. Porque eso te afecta a ti, me afecta a mi y a todos los que trabajamos o aspiramos a trabajar en este maravilloso mundo de la biología. Tienes que hacerlo por ti y tienes que hacerlo por nosotros 😉

Concluyendo

Ésta es sólo una anécdota que me ha ocurrido en mi vida profesional. En general he tenido suerte: trabajos interesantes con buenos jefes y comprometidos con los proyectos o las investigaciones de turno. Hay muy buenos profesionales de nuestro campo ahí fuera 😉

Por ello, con este post no quiero decir que debas dejar pasar ese voluntariado o esas prácticas o esa oferta de trabajo porque no ofrecen las condiciones perfectas. Para nada. Todo depende mucho de la situación en la que estés y de las característica en concreto de cada oferta o situación. Pero sí que debes saber poner límites, líneas rojas que nadie debe traspasar.

No sólo es algo bueno para ti a nivel profesional, sino también para tu salud mental. Si esas situaciones se mantienen en el tiempo terminarán por minar tu ánimo y tu autoestima. Todos tenemos que luchar por ese reconocimiento de nuestra profesión, de nuestra labor. Es un trabajo de equipo 😉

Y ahora te toca a ti contarme… ¿Cuál ha sido tu experiencia al respecto? ¿Has dicho NO alguna vez a unas prácticas o trabajo? ¿Has aceptado algo de lo que luego te has arrepentido? Cuéntame tu historia, que seguro que ayudará a mucha gente.

¿Estás cansado de buscar trabajo como hasta ahora sin resultado?

Suscríbete y consigue gratis el PDF "5 Razones por las que Un Blog Aumentará tu Empleabilidad como biólogo" para acercarte al trabajo de tus sueños.

¿Estás cansado de buscar trabajo como hasta ahora sin resultado?

Suscríbete y consigue gratis el PDF "5 Razones por las que Un Blog Aumentará tu Empleabilidad como biólogo" para acercarte al trabajo de tus sueños.

Sobre mí

Biólogo, lector y curioso, siempre. Viajero, escritor y fotógrafo aficionado en los ratos libres. Y mientras tanto, ayudo a jóvenes biólogos en mi blog "El Bichólogo

Deja un comentario

Jennifer Cancelar la respuesta

Your email address will not be published. Required fields are marked

  1. Jajaja bichologo, como me lo paso con tus posteos. Yo tambien estudie biologia y sufro las desventuras que comentas pero creo que estas mismas ocurren en todos los gremios de una u otra forma. Hace mucho tiempo si alguien se enteraba de que hacias biologia te decian; como la Obregon. Jajajaja
    saludos

    1. Totalmente de acuerdo contigo, Sekano. Muchas de las cosas de las que hablo son aplicables a otras profesiones, Sólo que yo siempre hablo desde la óptica de la biología jeje

      Y qué me vas a contar de la Obregón, que hasta tengo un post donde hablo de eso…. 😛

      ¡Un saludo y gracias por tus comentarios!

  2. Hola, buen día!
    Estoy leyendo esto con un poco de alivio.
    Yo estuve estudiando biología en México, y aunque al principio sólo quería salvar al Lobo Mexicano y aparecer en Animal Planet, después todo se volvió borrascoso y, a su vez, interesante por todos los campos que tiene la biología.
    Al principio me metí al campo de la biología molecular y mis padres estaban más que contentos por la decisión, ya que es un campo bien remunerado. Pero me fui aburriendo de la metodología, no me gustaba matar animales y se me hacía aburrido y pesado lo que necesitábamos hacer (western blots e identificaciones), así que a lo largo del final de mi carrera, la paleontología y la evolución, fueron lo que me atrapó. Esto por supuesto no dejó contentos a mis padres porque ¿en dónde se supone que trabajaría? ¿Un museo? ¿Docente? Trabajos poco remunerados o mal pagados. Yo, no creas todavía sigo asustada porque no me he titulado y desde ahí es un viacrucis…
    Me alenta un poco tu entrada, estoy pensando si hacer un postgrado pero aún no lo he decidido bien, SÍ quisiera trabajar en un museo, me gustaría especializarme en los eventos del fanerozoico, pero también he cargado con otras ideas.. Para las que necesito dinero, entonces, a veces sí es un poco frustrante, sin embargo espero sobrepasar la racha.
    Gracias, y un beso!

    1. ¡Hola Yuno!

      Es verdad que trabajar en algunos campos de la biología es más complicado que en otros, pero desde luego que no es imposible. Hay muchísimas personas que se dedican a ello. Y al final de todo lo que cuenta es que hacer lo que uno realmente desea. Hacer realidad tus sueños.

      ¡Mucho ánimo y mucha suerte con lo que elijas!

  3. Hola Nacho,

    Me acabas de subir un poquito la moral. Te cuento:
    Este verano tenía pensado hacer un voluntariado en DEMA (Almendralejo), un centro de cría y recuperación de cernícalo primilla.
    Con toda la buena intención del mundo pregunté por email y mandé una carta de motivación (qué tortura escribir esas cosas y qué poca lógica le veo) y me dijeron que podía ir la ultima quincena de agosto.
    Yo, muy contenta, me puse en contacto con un conocido que estaba haciendo allí las prácticas externas de su módulo y cual fue mi sorpresa que me dijo que ni se me ocurriera. Resumiendo, el jefe era un negrero que trataba fatal a los voluntarios y les mandaba a hacer de todo menos aquello por lo que ellos iban allí. Además investigando vi que era cierto.
    Así que con todo el dolor de mi corazón mandé un correo disculpandome diciendo que no podía ir y me sentía bastante culpable hasta que he leído esto.
    Gracias por ayudarnos a los pobres inocentes estudiantes a abrir los ojos.

    Un saludo!

    1. ¡Hola Carmen!

      Hay que tener cuidado con los voluntariados. Son una magnífica herramienta para aprender y adquirir experiencia, pero también hay mucha gente que se aprovecha. Debe ser siempre un camino de dos vías: que tú aportes tu trabajo y que ellos te aporten experiencia. Y lo mismo ocurre con los trabajos. No hay que aceptar cualquier condición simplemente porque te prometan algo de experiencia o de dinero. Es simplemente cuestión de ser justos y se saber valorarnos a nosotros mismos como los profesionales (o futuros profesionales) que somos 😉

      ¡Un saludo!

  4. Interesante este tema, y es un panorama que se presenta en varios países como en Colombia, donde no se tiene una correcta perspectiva del biólogo y muchas veces uno ve casos en donde se ve la tercerización de nuestro trabajo, depende mucho de las situaciones en cuestión para decir no, pero lo que debe primar es la dignificación de nuestra profesión, porque es un servicio para sociedad y para la conservación de naturaleza a través de su conocimiento.

    Saludos desde Colombia y éxitos

    1. Totalmente de acuerdo contigo Cristhian.

      Hay que saber cuándo debes decir que no y cuando hay que decir que sí. Las situaciones particulares de cada uno pueden afectar al hecho de que elijas una o la otra. Pero siempre hay que dignificar la profesión, ponerla en valor. Al fin y al cabo nos dedicamos no sólo al estudio de la vida, sino también a conservar ese magnífico y desconocido tesoro que es la biodiversidad y que es patrimonio de todos los seres humanos y el legado que dejaremos a nuestros hijos.

      Muchas gracias por pasarte y comentar. ¡Un saludo y éxitos desde España!

  5. Todo depende de la situación actual en la que se encuentre cada uno. Es cierto que hay que decir que no, y que los empresarios se aprovechan con lo de las «prácticas» y «voluntariados» remunerados, sobretodo en nuestra profesión. Como «los animalitos y las plantitas» molan, creen que todo el mundo estará dispuesto a dejarse su tiempo en algo que le gusta. Y si, esto lo puedes hacer hasta cierto punto, si tienes una buena situación económica (ahorros, si eres estudiante y no trabajas porque tus padres te pagan los estudios y vives en su casa…).

    Actualmente quiero dar un giro a mi vida laboral y es imposible porque casi todo lo implique trabajar en la naturaleza, son voluntariados y la gente se mata para hacerlos aunque a veces sea hasta… ¡PAGANDO! Es una especie de autointrusismo laboral.

    En fin, a ver si nos concienciamos y nos hacemos valer, aunque me temo que es algo muy complicado, en todos los campos laborables. Siemrpe habrá alguien más desesperado que hará el mismo trabajo por menor precio, o a ningún precio.

    1. ¡Hola Mireia!

      Estoy totalmente de acuerdo contigo. La situación es compleja y difícil y requiere de mucha educación entre la gente del gremio. Debería empezar dentro mismo de la universidad, aunque precisamente allí no es raro ver algunos abusos de este tipo. Y en lo que dices de las prácticas y el voluntariado… Siempre he defendido que son una herramienta importante en el desarrollo curricular de todo biólogo, ya que te permiten obtener una experiencia inalcanzable por otros medios. Pero hay que saber cuándo usarla y cuándo parar. Si no se cae, como bien dices, en una especie de autointrusismo laboral, donde unos a otros nos pisamos los puestos de trabajo cobrando a la baja… o pagando, que ya es me parece el colmo para realizar un voluntariado. Pero yo confío en que se puede ir concienciando a las futuras generaciones de biólogos a valorar la profesión y a valorarse así mismos. No será un cambio que veamos pronto, pero espero que ya esté en camino 😉

      ¡Muchas gracias por tu comentario!

  6. Mi experiencia ha sido la misma, he tenido trabajo afortunadamente, pero el año pasado estuve realizando monitoreos pesqueros por debajo de lo que estaba ganando en 2014, uno se siente desgastado y no siente que está valiendo la pena. lo hice por que necesitaba empleo, pero ya haciendo el balance, lo que hice fue regalar mi dinero y mi tiempo.
    me siento frustrado porque con la enorme cantidad de gastos que tiene uno en colombia simplemente no puede uno ponerse en esas. me sirvió para aprender la lección y espero este año tener un trabajo remunerado justamente.

    1. ¡Hola Rafalel!

      La situación laboral está complicada en casi todos lados. Y a veces puede ser necesario apretarse el cinturón, y más en una profesión tan poco valorada como la de ser biólogo y cuando hace falta el dinero. Pero no hasta el punto de, como bien dices, regalar tu trabajo y tu tiempo, que es el activo más valioso de cualquier trabajador. Cuando nos metemos en el mundo de la biología sabemos que no nos haremos ricos, pero eso no debe valer de excusa para que digamos que sí a cualquier cosa que no lo merezca. Si nosotros no valoramos nuestro esfuerzo y nuestro trabajo desde luego que otros no lo harán.

      Muchas gracias por compartir tu historia. ¡Un saludo desde España!

  7. Hola!, me he dado cuenta que muchas cosas que dices en muchos de tus escritos son super verdaderas.
    Actualmente soy estudiante de pregrado en biologia en Colombia, de ultimo año (ya estoy haciendo mi trabajo de grado!) y pues historias bastantes pero respecto al tema:

    En mi universidad son incontables la cantidad de estudiantes de biologia que regalan su trabajo, los llamamos «ladrilleros» «Hormiguitas» «mulitas de carga», normalmente son los que llegan pidiendo una oportunidad a los profesores o son estos los que le ofrecen la oportunidad de aprender al lado de ellos. Aunque realmente lo que terminan haciendo es todo el trabajo de campo, estadistico y hasta en ocasiones bibliograficos sin recibir un solo peso; cuando en los articulos solo figuran los profesores. Yo siempre estuve en contra de esta filosofia, por esa razón me hice la loca con un profesor de zoologia de invertebrados que me propuso comenzar a llevar las notas de su curso y algunas practicas del curso, como un favor.

    Si alguno de mis conocidos viera mi historia, no entenderian porque terminé donde estoy….
    Cuando mi director de trabajo de grado (dueño de muchos ladrilleros), me propuso el proyecto logicamente me puse muy felíz, aunque tenia otras propuestas yo siempre estuve decidida con mi proyecto actual (ademas de que venia con pago monetario, supuestamente). El caso es que el trabajo comenzó a desbordarse cuando tenia que escribir tres proyectos, elaborar tres presupuestos, terminar tres articulos cientificos, en fin…. estaba terminando con tres trabajos de grado en uno solo, con solo un año de realización, con la independencia que debe tener un master, sin presupuesto y sin remuneracion por los logicos trabajos extra que tengo ahora.

    Al ver que mis compañeros no compartian la misma carga academica a la que me estaba afrontando, dije no a una de las tantas cosas que venian en la letra pequeña de mi trabajo de grado, cosa que no agradó para nada a mi director. Luego, me di cuenta que no me vinculó al proyecto, debido a eso decidí solo trabajarle al proyecto de la tesis, alli se desató el pandemonio entre mi director y yo, pues el queria que fuera a trabajarle pero yo NO le iba a trabajar gratis, solo iba a sacar mi tesis para obtener mi titulo.

    Pasamos de indirectas en las clases, conversaciones pesadas en wpp hasta un regaño telefonico, cuando estuve en un congreso en la ciudad de bucaramanga. Por fortuna, me vinculó dos meses despues pero solo por tres meses, sigo en mi posición que mi tesis es la prioridad y no voy a malgastar tiempo que puedo invertir en ella, por hacer actividad administrativa e intelectual no remunerada.

    En primer semestre me enseñaron que soy un codigo mas en la universidad, pero me he encontrado que existe una «caza indiscriminada» por alumnos (otra historia)… la moraleja es que el trabajo vale, seremos solo estudiantes y don nadie en este campo, pero hay que comenzar a construirse desde el principio, a valorarnos desde el principio. No tenemos que rendirle pleitecia a nadie, por eso finalizamos regalandonos aun despues de obtener titulos y especializaciones. Hay que pedir lo justo, no estamos en la capacidad de ganar como un PhD, pero no debemos llevarle gratis el tinto a la oficina, poner en formato los articulos o dar las clases de nuestros directores, mentores o «advisors».

    No creamos en la cigueña.

    Pd. Amo mi trabajo de grado y actualmente me llevo bien con mi director (creo :p)

    1. ¡Hola Jennifer!

      La verdad es que tu experiencia se repite mucho: profesores que dan trabajo y responsabilidades muy por encima de las recompensas. Casi todo el mundo tiene que empezar colaborando gratis en un grupo de investigación (yo mismo lo hice). Pero esa colaboración debe de ir de acuerdo con el grado de implicación que el grupo tenga con uno. En mi caso, durante bastante tiempo fue sólo una colaboración, pero en la que aprendí muchísimo, obtuve una experiencia impagable y varias publicaciones en congresos. Mi pago fue en forma de experiencia y de currículo, todo atestiguado por certificados firmados por el director de mi grupo de investigación.

      Yo siempre he tenido mucha suerte, y el grupo de investigación en el que estuve (y con el que aún estoy terminando la tesis) no sólo constaba de grandes profesionales, sino de grandes personas, auténticos mentores, que me ayudaron mucho a hacer crecer mi currículo y en cuanto hubo posibilidad, me contrataron como técnico primero y luego optando a varias becas que pude conseguir gracias a la experiencia y publicaciones adquiridas anteriormente.

      Lamentablemente eso no es siempre así. Y casos como el que comentas no son nada extraño. Hay muchos profesores que, unos inconscientemente y otros de forma descarada, se aprovechan de sus estudiantes como mano de obra barata, sin ofrecerles siquiera colaborar en algún póster o charla de un congreso, o incluso en algún artículo. Es lógico que al principio no te paguen, pero tampoco te pueden poner a cargo de responsabilidades como si te pagasen.

      En mis primeros tiempos yo me dedicaba a tomar datos, participar en las reuniones sobre los distintos proyectos en marcha, pasar datos y poco más. Pero conforme fui aprendiendo e implicándome más, me fueron dando más responsabilidades y comenzaron a incluirme en los pósters y artículos, hasta que ya estuve trabajando a tiempo completo, con mi correspondiente contrato o beca.

      Creo que tu historia es muy ilustrativa para todos. ¡Muchas gracias por compartirla Jennifer! ¡Y mucha suerte con tu trabajo de grado!

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}